Columnas 2003

COLUMNAS PUBLICADAS EN EL PERIODICO VANGUARDIA, 2003.

sábado, septiembre 23, 2006

Políticas publicas

Políticas publicas. Jesús Humberto González de León

En esta época el conocimiento es la posesión mas valiosa con la que cuenta el trabajador, ya no es tanto el capital o la tierra. Esta situación genera que haya personas excluidas del desarrollo porque no todos tienen acceso a ese conocimiento, información y tecnología que la educación pudiera brindarles. Este acceso a la educación se ve limitado ya sea por la falta de recursos para poder estudiar por que se tiene que trabajar para vivir al día o se tiene una alimentación y salud deficiente que no permiten absorber el conocimiento.
Una mala política que descuide la educación en valores puede generar desde un padre irresponsable hasta un criminal que generan ambos, un costo social al gobierno y por lo tanto al ciudadano vía impuestos.
Una mala política publica como lo es el abrir universidades cuando existe un buen numero de habitantes que no rebasa la primaria, repercute en el costo de oportunidad por dejar de hacer otro tipo de obra social que pudiera desencadenar mayores beneficios.

Ahí es donde surge la necesidad de establecer las prioridades y los renglones en que deberá destinarse el gasto social de acuerdo al impacto al largo plazo que pueda tener cada renglón. Por ejemplo, mejorar un hospital en vez de crear uno nuevo, repercute en un ahorro en gasto y en una mejora en la salud. Esto a su vez tiene el efecto de generar una mayor expectativa de vida en cierto sector de la población, mejora su rendimiento laboral o de aprendizaje en estudiantes, al disminuir el ausentismo por enfermedad. Esto a su vez desencadena una mejora en la actividad económica al tener estudiantes mejor educados y con mas oportunidades de conseguir un empleo.
Si el programa oportunidades, antes llamado “progresa” fuera bien aplicado, pudiera llegar a ser un ejemplo de buena política publica, ya que se enfoca en los aspectos prioritarios de educación, salud y alimentación que desencadenan numerosos efectos benéficos. El fin es bueno pero la forma en que se asignen los apoyos, es la que determina si ese programa produce el efecto deseado.
Por otra parte esta el dicho de “enseña al hombre a pescar y no le des el pescado” aspecto en el que se tiene un retraso en inversión en investigación y desarrollo, en fomentar la cultura emprendedora, en apoyar el mercado interno y en aterrizar los apoyos para las microempresas.
Los principios de solidaridad y de subsidiariedad son los que deben guiar al gobierno en su función social. Este ultimo orienta para que no haga la entidad mayor (gobierno)lo que la entidad menor (individuo) puede hacer por si misma. En otras palabras evitar el paternalismo. Y su contraparte de que la entidad mayor debe ayudar a la menor en lo que esta no puede hacer por si misma, ligado al principio de solidaridad, que une a cada individuo con otro y con la sociedad, son la base para hacer buenas políticas publicas.
jesus50@hotmail.com